'A new life awaits you on the off world colonies'

viernes, 27 de enero de 2012

CADA DÍA LO HAGO MEJOR




Si mi perro gruñe,
yo gruñiré más fuerte.

Si es fea la mañana,
me vestiré con ropas feas,
y mi peinado será horrible
esa mañana.

Me puedes ver cualquier día,
imitando a las sombras.
En cualquier rincón,
orgulloso de las cucarachas.

Si la naturaleza aúlla,
yo aullaré más fuerte:
siempre tratando de hacerlo mejor
que ella.
Buscando la esencia agónica
de toda criatura
defecada por los dioses.

(creo que a veces soy
bastante genuino)

Ya casi entiendo
a las hormigas
y a los saltamontes.

He aprendido a apreciar
el graznido de los cuervos.

La nota disonante
capta mejor la esencia.
Persigo a enanos grimosos
por las calles
y me acuesto con ellos; 
Debussy antes que Mozart.

Pero si abro una ventana
y me invade el canto melodioso
de un jilguero,
le rompo el pico a martillazos.

(no me gustan los fuegos de artificio).

APRENDEREMOS A HACERLO DE NUEVO




La humanidad escapó a Auschwitz,
y anda errática
a lo largo de anchos caminos
y anchos silencios,
que confunden el alma
del guerrero teutón.

Muy pronto,
el ruido de mil Kalashnikov
volverá a ser el ruido del hombre,
y de su inmensa agonía
surgirá un nuevo grito desesperado
y una nueva lección
que se llevará el viento,
quedando sólo un eco de grandeza maldita
como recuerdo para las ratas.

Las ciudades devastadas
guardarán las lápidas de piedra;
y sobre ellas,
algunos hombres habrán inscrito
baladas osseánicas
contando su gesta.

Y las valkirias se las cantarán
a los hombres del futuro,
que se convertirán en los nuevos
verdugos.

lunes, 19 de diciembre de 2011

otro intento desesperado de resucitar un blog de poesía...

HUYO DESPAVORIDO DE ESTO

Los peores poetas
son los que publican
en rústica:
300 ejemplares
perfectamente cosidos,
llenos de versos enmarcados
en ribetes de oro;
los cuales se pudren debajo de sus camas,
al tiempo que sus almas.
Y mientras esto ocurre,
yo disfruto de ediciones baratas
de algunos pocos Grandes
que nadie quiere,
en pequeñas tascas
cuyas camareras no saben nada
de la nouvelle cuisine,
pero que algunas veces te tratan
con verdadero amor de madre.
Es mi refugio,
porque huyo del lujo  de templos
donde uno sólo puede ser atendido
por estatuas de piedra
a 1000 grados bajo cero.
Pero sobre todo vengo huyendo
de la gente que se atropella por las calles
y que tiene demasiadas cosas que hacer,
pensando, aterrado,
que sin todos esos planes
quedaría de ellos lo mismo que después
de deshojada la margarita.
En el Arte,
y en las calles,
y en todas partes,
la vanidad adorna
trozos de
Nada.

viernes, 26 de agosto de 2011

FRENTE A MI LA OSCURIDAD

Frente a mí la oscuridad:
el mismo cielo con
las mismas estrellas;
las mismas ratas en los mismos basureros;
y toneladas de tiempo
en el que verter mi Nada.
Quizá sea un poema
(quejido que dura lo que un grito:
hasta  que muere  en el papel);
quizá una cuchillada en mis venas
lo que ocurra de manera estúpida
y silenciosa
esta noche,
que es como todas las noches
desde que la Nada
creo Algo,
obligándonos a ser, respirar,
consumir energía, desprender energía,
ocupar espacio y abrir la boca
para luchar en vano contra el silencio eterno.

viernes, 1 de julio de 2011

ME DESANGRO OTRA NOCHE

Otra vez comienza la tediosa labor
de menear palabras y estirar colas de gato,
mientras otros miran extrañados
con extrañas vidas confortables,
en la seguridad que les proporciona
el llanto de sus niños, y el llanto de la abuela
meciéndose eternamente en la habitación oscura
casi sin vida, también ella, pero moviéndose
al fin y al cabo, como hacen todos los desesperados
todas las noches frías de invierno:
moviéndose para parecer hombres
y no patas de silla o cualquier otro estúpido objeto
extrañamente dispuesto por algún loco allá arriba.

Moviéndose, y golpeando y haciendo ruido con sus bocas,
para que les oigan sus vecinos y creyéndose mejor que ellos,
e imaginándose tener más derechos sobre la tierra.

Y yo sigo escondido, solo, y sin niños y sin abuela,
odiando a todos los niños y a todas las abuelas,
y también, envidiando a todos los niños y a todas las abuelas,
y vengándome en el papel con la ventana abierta,
dejando que entren los insectos del jardín
y me hagan un poco de compañía en la fría noche, sintiéndome
yo uno más de ellos, y ya, cada vez menos, un hombre.

lunes, 23 de mayo de 2011

En apoyo a la batalla por la "Democracia Real". ¡Estamos en lucha!


Juventud achicharrada por el ogro liberal:
gritad hasta expulsadle;
y recuperad la calle, que es vuestra;
y recuperad la dignidad que ellos nunca tuvieron.
Ellos son los que meten la mano en vuestros bolsillos
y utilizan el parlamento para legalizar el expolio.
Y también están quienes gobiernan para ellos,
bajo mascaras ideológicas que os enseñan
para conseguir vuestro voto,
que luego utilizan de arma arrojadiza contra vosotros.
Vosotros: el Pueblo: vosotros: los verdaderos soberanos:
despojados del poder por la manipulación mediática;
convertidos en seres extraños a vosotros mismos,
desnaturalizados, partícipes involuntarios
de un sistema creador de riqueza para 10
y miseria para 10000.
Ellos son agujeros negros de avaricia
que engullen todo rastro de humanidad y orgullo,
y devuelven un residuo de hombre  embrutecido,
una suerte de engendro incapaz ya de comprender,
sólo capaz de devorarse a sí mismo y a sus hermanos
en un mundo que se vomita a sí mismo una y otra vez
en una constante vorágine hasta que nosotros lo paremos.

El pueblo se ha echado a la calle después de un largo letargo,
y ahora es imparable;
el pueblo ha ocupado las calles de manera pacífica,
porque la violencia y las guerras son productos capitalistas,
y nosotros somos hombres y no ogros;
y nuestra revolución es justa porque es
una lucha por el pan;
y  todas las luchas por el pan han sido legítimas
sin necesidad de ninguna etiqueta ideológica.
Y si estamos unidos y confiamos en la legitimidad
de nuestros objetivos
no habrá ogro ni sicario de los ogros que se atreva
a levantar una mano contra nosotros.
Y si lo hacen,
estarán envileciendo (“¡asesinando!”) todo aquello
que de sagrado y  bueno tiene la humanidad,
y lo que quede después,
solo será un submundo de ogros
en el que no deseamos estar.

En legítima defensa ocupamos las calles
para no irnos hasta que nos den
lo nuestro.